Después del verano y con la vuelta a la rutina, septiembre y octubre son los meses ideales para iniciar terapias protectoras de la piel. Hoy en día existen modernas técnicas terapéuticas que pueden mejorar significativamente el daño cutáneo inducido por la radiación solar. Aunque si no fuera necesario acudir al dermatólogo o no existen signos alarma, ¡podemos cuidarnos la piel nosotros mismos!
Lo que debes tener en cuenta es que no solo debes cuidar tu piel para evitar las antiestéticas consecuencias que trae la exposición al sol, sino para prevenir enfermedades futuras.
Ahora te vamos a indicar los cuatro pasos a seguir para cuidar tu piel en general y la del rostro en particular, que también te ayudará a mantener y prolongar el bonito bronceado que has logrado este verano:
1.- Limpieza
Lo primero es eliminar las impurezas que se han ido acumulando durante los meses de verano. No olvides solicitar siempre productos de higiene en la que los agentes limpiadores sean suaves con la piel y no alcalinos. Para ello puedes utilizar una leche limpiadora que a menudo están enriquecidas con sustancias nutrientes e hidratantes.
Tampoco olvides tener en cuenta tu tipo de piel; y si es grasa utiliza productos con sustancias astringentes. Si por el contrario es piel seca, debes comprarte una crema muy cremosa y con agentes nutritivos. Pero si tu piel es sensible, busca un limpiador con principios calmantes.
Y después de la leche limpiadora es imprescindible utilizar un tónico para que elimine las últimas impurezas y revitalice la piel.
2.- Exfoliación
Para conseguir una piel luminosa y suave, la exfoliación es un paso que no te puedes saltar. Para tener unos resultados adecuados, debes exfoliar tu rostro al menos una vez por semana mediante movimientos rotatorios en las zonas con más predisposición a acumular impurezas.
Uno de los mitos de la exfoliación, es que se va a perder el bronceado que tanto nos ha costado conseguir. ¡No tengas miedo!, puesto que las cremas exfoliantes tienen un efecto superficial y los pigmentos de melanina (que son los que te broncean) se encuentran en las capas más profundas de la piel.
3.- Hidratación
Hidrata tu piel para dar elasticidad y flexibilidad a tu piel. Debes utilizar una crema con principios activos emolientes y reparadores que contengan vitaminas, aceites, grasas vegetales, protectores de la barrera cutánea y regenerantes. Otro ingrediente que puede contener las cremas hidratantes es la silicona/dimeticona, que hace que las cremas resulten más aterciopeladas y agradables para aplicarlas sobre la piel. Además, ayudará a refrescar tu piel.
4.- Nutrición
Tengas la piel que tengas, debes nutrirla ya que representa un tratamiento de choque para la piel dañada por el sol. Estas cremas nutritivas suelen contener vitaminas y extractos naturales que retrasan el envejecimiento de las células cutáneas. Y además estos productos se pueden aplicar tanto por la mañana como por la noche e incluso como base de maquillaje ya que no aporta grasa a la piel.
Si sigues estos pasos que nos dan desde Eucerin, harás frente a las consecuencias que puede ocasionar en tu piel el verano. Además, seguirás disfrutando de los beneficios del sol ya que te ayudará a mantener tu bronceado durante más tiempo.