La mayoría de nosotras, pensamos que los tonos más bronceados de la piel son para el verano, para el invierno, reservamos una piel pálida como de porcelana, que a decir verdad luce muy bien. Sin embargo siempre he pensado que no debemos limitarnos, siempre hay un pequeño espacio en el cual podemos romper las reglas, y esto no es una excepción.
Por eso durante el invierno también podemos conseguir un sutil tono dorado, no estoy sugiriendo que acudáis a una cabina de bronceado, aunque puedes hacerlo si es que te gusta, el bronceado del cual te hablo es mucho más sutil y elegante.
Si tu piel es muy clara y predominan los tonos amarillos, lo mejor será aplicar un ligero color miel, la verás más luminosa y resplandeciente al instante. Puedes lograrlo con Terracotta Tinted Moisturizer en tono blondes de Guerlain.
Para una piel en tonos oliva, la mejor opción es utilizar un bronceador en tonos caramelo, puedes lograrlo con Dior Hydra Life Skin Tint.
Para pieles claras con tonalidades rosas una opción muy interesante es utilizar un poco de luminosidad en color durazno. Puedes lograrlo con Benefit – Hoola Bronzing Powder y con No7 Sculpting Bronzer.
Si eres de las que ya tienes un tono de piel más oscuro, te recomiendo tonalidades más luminosas, con pigmentos dorados que contrasten el aspecto ceniza. Puedes obtener un bronceado perfecto con Illamasqua Bronzer en tono Burnish.
Si te atreves a lucir este look asegúrate de cubrir bien rostro y cuello y cualquier área de piel que vayas a mostrar.
No te encasilles en las reglas del invierno, recuerda que puedes salirte un poco de ellas y un sutil y hermoso bronceado te harán destacar y lucir más atractiva.