La tarde del segundo día de la Pasarela Cibeles, la abrió Ágatha Ruiz de la Prada con sus impresionantes y esperpénticos modelos. Para ella, el otoño-invierno está lleno de color, basando su colección en los colores rojos y rosas (esto ya lo vimos en este mismo escenario con la colección de Duyos). Los colores vivos y los corazones son la base de sus composiciones, complementándolo siempre con algún tipo de sombrero o adorno a juego.
Las medias cobran una gran importancia, es el must have perfecto para un vestido de Ágatha, eso sí, tienen que ser de colores, algunas de ellas incluso brillan con luces incrustadas en el tejido. Vestidos con telas gordas y muchísimos adornos para darle más color, contraste y vida a los diseños.
Pero esta vez nos ha sorprendido con sus modelos siendo, muchos de ellos, más ponibles de lo que nos tiene acostumbrados, como este precioso vestido azul de corazones. Pero eso sí, sin olvidar sus originalidades. El vestido tipo alfombrilla multicolor no creo que lo veamos mucho por las calles de las ciudades. Las gabardinas, en vez de ser beiges o negras toman luminosidad con colores vivos.
Los pantalones anchos también forman parte de la colección para el otoño de Ágatha, al igual que estamos viendo durante estos días en la pasarela. Los volantes también son una buena opción para optimizar una prenda, y en estos modelos nos demuestra cómo quedan estupendamente.
Y para finalizar, más corazones. La diseñadora vuelve ser fiel a sí misma creando colecciones con adornos, en este caso corazones (en otras ocasiones estrellas) de colores, cosidos en jerseys y chaquetas. Muy bonito, pero supongo que poco práctico. Como curiosidad, también hemos encontrado vaqueros dentro de su colección, eso sí, dándole siempre su toque personal.