Queremos compartir con todos vosotros las claves para luchar legalmente contra esta nueva lacra social, el ciberacoso sexual, con los abogados de Le Morne Brabant.
No estás indefenso, ni indefensa ante los acosadores sexuales de la red. Aunque en España el ciberacoso no está tipificado como delito, la conducta propia del que lo realiza se engloba perfectamente dentro de los delitos como los de coacciones contra la integridad moral e incluso contra los de la libertad sexual, dependiendo de las características de los hechos delictivos.
Quien así lo explica es José Carlos Avendaño, abogado especialista en la rama penal de Le Morne Brabant, despacho en el que se han recibido denuncias y llevado a los tribunales casos de personas acosadas de ambos sexos.
Hombres y mujeres lo vienen sufriendo por igual y, en el caso de los adultos, la forma en la que más prolífera es la extorsión, un hostigamiento que consiste en chantajear a la víctima utilizando información o material sexual en el que aparece.
El origen de este problema es el llamado sexting, un anglicismo en el que se engloban la grabación y difusión de prácticas sexuales de carácter privado, en el seno de un grupo o una pareja.
¿Qué ocurre cuando la pareja se rompe por motivos abruptos? Ese material puede ser, y es, en demasiadas ocasiones, difundido con la intención de hacer daño. En Le Morne Brabant se llevan en la actualidad casos de personas casadas a las que se ha grabado en otra relación sexual y a las que se ha chantajeado para impedir el pago de una deuda, otros de grabaciones de actos sexuales utilizados para pedir dinero y también grabaciones sexuales subidas a páginas sin consentimiento.
El objetivo es, según aclara José Carlos Avendaño, en muchos casos, el de obtener un beneficio económico. Se trata del clásico chantaje que puede realizarse por cualquier vía telemática. El término “ciber” se refiere pues a la difusión del contenido sexual. El acoso puede llevarse a cabo telefónicamente, mediante un simple What´s up o mensaje de texto.
Si es así, la víctima se encontrará en disposición de aportar ante la policía una prueba más de los abusos. Avendaño especifica que el primer paso es interponer denuncia ante los Cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, acudiendo, en caso de estar en Madrid a las dependencias policiales situadas en la Calle Federico Rubio y Galí, donde se encuentra la unidad especialista en delitos de agresión sexual.
Esta acción dará lugar a la apertura de un procedimiento penal por delito. En el proceso, en el que se recomienda ir siempre defendido por un abogado especialista en la materia, será recomendable poner a disposición de la de la policía o del Juzgado el ordenador o el dispositivo a través del cual se ha cometido el delito evitando manipularlo para no alterar las pruebas.
Estas dependerán del medio que se haya utilizado para la comisión del delito, según el experto de Le Morne Brabant, aunque suelen ser “pantallazos”, grabaciones de voz, mensajes y testimonios de testigos.
Una vez puesta la denuncia, José Carlos Avendaño recomienda solicitar ante el Juzgado competente una orden de alejamiento contra el presunto acosador. Si el Juzgado acuerda la prohibición de entrar en contacto con la víctima, y el agresor persistiera en su conducta, esto podría conllevar su ingreso en prisión.
En el caso de acoso sexual a menores en la red, el denominado grooming, las fuerzas de seguridad hacen hincapié en las políticas educativas destinadas a padres, educadores y niños. Es importante no dejarles solos en el ordenador, controlar con quién se relacionan, qué páginas visitan y establecer un control parental.
En caso de acoso, proceder de idéntica forma: denunciar a la policía, aportando el mayor número de pruebas.
Hasta la fecha no me ha ocurrido nunca, a dios gracias.
Hay qué luchar con todas las herramientas a nuestro alcance, tengo una niña de 12 años y me da pavor. Gracias.