Hay que secar suavemente el cabello.

  • En esta estación el cabello está más debil y se cae más.

  • Es normal que cada día se pierdan entre 50 y 100 pelos.

  • Ante una caída excesiva hay que ponerse en manos del dermatólogo.

La caída de pelo en estas fechas es un recuerdo ancestral de la muda de pelaje que se producía en nuestros antepasados, sin embargo esta caída estacional no quiere decir necesariamente que exista una enfermedad.

El calor de los meses de verano provoca el crecimiento capilar al aumentar su actividad metabólica, los meses de primavera y otoño están marcados por una mayor caída al producirse el paso de los folículos a la fase de reposo. El repentino crecimiento ocurrido durante el calor hace que la pérdida sea más intensa y alarmante cuando llega el otoño.

Con un buen cuidado se logra su recuperación y se mitiga la caida, consiguiendo un pelo fuerte y sano.

Es importante realizar una limpieza folicular intensiva acompañada de un tratamiento nutritivo que reactive las papilas y las mantenga fuertes para asegurar el reemplazo capilar. Respecto a la alimentación, no deben faltar la vitaminas, en especial la A, E y D, e incluir alimentos ricos en zinc y hierro.

Algunos consejos:

  • Lavarse el pelo con frecuencia, siempre según las necesidades. El mito de que lavarse el pelo todos los días favorece la caída de cabello es absolutamente falso.

  • Usa un champú adecuado con proteíans y vitaminas y da un suave masaje al cuero cabelludo.

  • No utilices la toalla con fuerza, no abuses del secador y evita los tirones en el pelo húmedo.

  • Protege el cabello del viento y el sol.

  • Evita las trenzas, colas y permanentes.

  • Si la pérdida es considerable, conviene usar mascarillas específicas, cápsulas fortalecedoras y lociones indicadas para prevenir la caída.