Es normal que en el embarazo, llevemos peor el verano. Debido al bebé, tenemos un aumento de temperatura en nuestro cuerpo, y si a eso le sumamos el calor producido por los rayos de sol, el verano se nos hace cuesta arriba.

La piscina es una excelente opción para refrescarnos.

¿Puedes bañarte hasta el final del embarazo? Si, a menos que hayas echado el tapón mucoso, ya que corres el riesgo de contraer alguna infección vaginal, y tampoco debes hacerlo si el ginecólogo lo desaconseja por algún otro motivo.

Eso sí, siempre tomando precauciones. Desde mujerglobal.com te damos algunos consejos:

  • Durante el embarazo la piel es especialmente sensible frente al sol. Evita la exposición al sol, ya que puede provocarte manchas de pigmentación, sobretodo en la cara que pueden tardar años en quitarse.
    Para las embarazadas se aconseja protección solar 50 60 y repetir cada hora.
  • Una exposición solar prolongada puede ser perjudicial para ti y además para el futuro bebé, ya que puede causarte efectos secundarios, como por ejemplo aumento de la temperatura o pérdida de líquidos.
  • Conviene ir a la piscina a pasar un rato agradable, y relajante, no conviene nadar mucho y hacer movimientos bruscos, que te puedan perjudicar.
  • Si notas fatiga o molestia, sal del agua y descansa un rato.
  • Cuidado con el cloro, podemos detectar si el nivel del cloro está muy alto a través del olor que desprende el agua.
  • En este caso es mejor que no te bañes, ya que si estas mucho en contacto con él, puede causarte trastornos importantes.
  • Si el agua está muy fría y tu demasiado acalorada, se aconseja que esperes a bañarte, ya que el contraste entre la temperatura corporal y el agua puede producir un enfriamiento súbito del cuerpo, perjudicial para ti y el bebé.

Ahora si, ya estás lista para un buen baño.