Es muy normal, sobre todo en las madres primerizas, que aparezcan multitud de dudas a la hora de enfrentarse a solas con el bebé. Cómo alimentarle, cuándo sacarlo de paseo, o cómo dormirle son sólo algunas de las dudas que se plantean. El doctor Eduardo Junco Aguado nos da una serie de consejos para facilitarnos estos primeros días.
- Debe confiar en el pediatra, tenerle localizado y preguntarle todas las dudas que pueda tener, antes de salir de la clínica.
- Déjese aconsejar y esté acompañada por personas con más experiencia, como madre, hermanas.
- La habitación del niño (los primeros días puede ser el dormitorio de los padres) debe estar ventilada y luminosa. La temperatura ideal está entre 21 y 22 ºC y la humedad del ambiente en torno al 70%.
- La cuna debe ser amplia. El colchón, mejor duro que blando y fabricado con material sintético. Y la ropa de cama es preferible que sea de hilo o algodón. Procurar no usar materiales plásticos.
- El cochecito de paseo igualmente debe ser sólido, manejable, con poco peso y fabricado con materiales transpirables.
- En el campo o la playa es útil y necesario un mosquitero para proteger al niño de las picaduras de insectos.
- El bebé debe estar solo y tranquilo, lo que no quiere decir que no tenga que estar vigilado. Para ello existen unos radiotransmisores muy útiles.
- Los horarios de salidas, comidas e higiene deben ser ordenados y regulares.
- Debe usar para los biberones y las tetinas el sistema de esterilización, ya sea por autoclave o por líquido antiséptico.
- Si quiere usar calientabiberones para las noches, téngalo sólo con agua y prepare la mezcla justo antes de que sea la hora de la toma.
- La relación y el contacto físico con el bebé deben reservarse para los momentos de alimentación e higiene. Fuera de estos ratos es muy aconsejable cogerlo en brazos lo menos posible. Hay que tratar de conseguir que el niño no relacione el llanto con que lo cojan en brazos. Recuerde que para ellos el llanto es la única forma que tienen de relacionarse con el mundo exterior.
- Lo mejor es que los primeros días de vida permanezca en casa. Pasados los primeros diez días puede y debe comenzar a salir al exterior.
- Los paseos y la vida al aire libre, además de tranquilizar al bebé, estimulan su apetito y le facilitan el sueño prolongado y reparador.