Temporada tras temporada el look retro invade nuestros armarios, mas parece que esta tendencia está dispuesta a visitar también nuestro tocador. Son numerosas las marcas que han adoptado un packaging vintage, que hace del ritual de belleza diario un auténtico viaje al pasado.
Los cosméticos Paquita Ors emanan una atmósfera retro que atrae enseguida al consumidor, pero saben ir más allá de la superficie y suponen una deliciosa alternativa a los cosméticos habituales del mercado: productos naturales que se adaptan a todo tipo de pieles, tónicos, champús, tintes o una línea de maquillaje especial son algunos de los productos que podemos encontrar en este templo a las boticas de antaño.
Visitar The Lab Room supone olvidar el ruido y la frenética actividad de la ciudad para remontarnos a épocas pasadas, en las que el ruido del motor de los coches provenía del sonido de los caballos al arrastrar carruajes. El contraste entre los avances de la cosmética fruto de la investigación con la química y los remedios naturales con los que podemos hacernos en este madrileño escenario supone uno de sus mayores atractivos. Os recomendamos las sales de baño de su línea The Rose Petal, que huyen de los envases arquitectónicos del presente para capturar la brisa del pasado.
La prestigiosa marca de cosmética Benefit también ha quedado prendada de la moda vintage. Sus productos reúnen las innovaciones cosméticas del siglo XXI, mientras que sus envases aúnan la esencia de los 50.
La firma Too Faced ofrece una selección de productos que nos permiten presumir de bronceado sin tener que sufrir los nocivos efectos de los rayos solares. The Bronzed and Beauty es una buena manera de conseguirlo, y su envase es realmente retro.
Seguro que, cuando se te acaben los productos, te negarás a tirar los envases.