Ante todo, una mujer embarazada no debería comenzar o continuar un programa de entrenamiento físico antes de ser examinada por su tocólogo. Una vez examinada, si no existe ninguna contraindicación obstétrica o médica, puede realizar una actividad física regular durante los meses de gestación. Lo ideal sería que cada mujer, en cada embarazo, siguiera un programa de ejercicio individualizado. Este ejercicio debería tener en cuenta el mes de gestación, la forma física de ese momento y la experiencia, si la hubiera, de un embarazo anterior.
¿Una embarazada puede seguir realizando un deporte que ha practicado ininterrumpidamente durante los últimos años?
Sí, una mujer sana con un embarazo normal, sin complicaciones, puede continuar su programa de ejercicio físico habitual, con pocas limitaciones, sin que ello afecte al crecimiento o desarrollo fetal, ni complique el embarazo o el parto; aunque, en realidad, es el nivel de bienestar general de la madre y algunos síntomas propios del embarazo lo que a menudo dicta el cambio de tipo de ejercicio físico y la disminución en la duración, frecuencia e intensidad de las sesiones de entrenamiento.
Una mujer que no ha hecho deporte de modo regular en los años previos, ¿puede comenzar un programa de entrenamiento físico durante el embarazo?
Sí, una mujer sana con un embarazo normal, que no ha hecho ejercicio físico de forma regular antes del embarazo puede comenzar un programa de ejercicio, particularmente durante el segundo trimestre de embarazo.
¿Sería mejor, quizá, que esta mujer embarazada sedentaria, se olvidase de comenzar un programa de entrenamiento físico hasta después del parto?
No, el Colegio Americano de Medicina del Deporte reconoce que el embarazo puede ser un estímulo poderoso para motivar a una mujer sedentaria a adoptar de forma permanente hábitos de vida saludables. Por ello, a toda mujer sedentaria se le debe animar para que comience a realizar ejercicio físico con el comienzo del segundo trimestre de gestación. Más adelante se detalla un ejemplo de programa de ejercicio aeróbico.
¿Qué deportes son más aconsejados para esta embarazada sedentaria?
Caminar, bicicleta estática, aeróbic de bajo impacto y natación. Entre las ventajas que ofrece la natación tenemos el menor riesgo de lesión y la mejora de las condiciones para perder calor; sin embargo, para esto la embarazada debe preocuparse de comprobar que la temperatura del agua es inferior a la de su piel, de lo contrario su temperatura central subiría. Además, en la piscina hay que evitar tirarse de cabeza, de pie desde el borde, o desde un trampolín.
¿Qué deportes se desaconsejan?
Por ejemplo, los deportes de lucha, la gimnasia deportiva, el hockey, patinaje, fútbol, balonmano, baloncesto, esquí alpino y montar a caballo; también los deportes que expongan a la embarazada a condiciones medioambientales peligrosas, en especial las condiciones hiperbáricas como el escafandrismo, las hipertérmicas como la natación en agua a temperatura superior a la materna, o las hipóxicas como los paseos en altitud por encima de los 1800 metros; o que conlleven posturas difíciles como el remo, o comprometidas para el correcto aporte de sangre al feto (a partir del tercer mes, todo ejercicio que requiera estar acostada sobre la espalda).
¿Cuándo está contraindicada la práctica de ejercicio físico durante el embarazo?
El ejercicio físico está contraindicado en mujeres embarazadas que presentan las siguientes condiciones: cuando presenta un cuadro de hipertensión inducida por el embarazo, de toxemia, preeclampsia, cuando se produce una rotura pretérmino de membranas, historia de parto pretérmino, sangrado persistente durante el segundo o tercer trimestre, cervix incompetente, o cualquier signo de retraso de crecimiento intrauterino.