Es un dispositivo parecido a un capuchón de goma flexible que se introduce en la vagina cerrando por completo el cuello del útero. Ambas caras y su borde interno flexible se deben de impregnar con gel o crema espermicida antes de su aplicación.
Se inserta en la vagina diez minutos antes del coito y debe permanecer allí hasta seis horas después. Si hay nuevas relaciones con penetración hay que volver a introducir crema espermicida con aplicador y esperar las seis horas, a partir del último coito, antes de retirarlo.
Carece de efectos secundarios. Se expenden en distintos tamaños y debe solicitarse asesoramiento profesional (médicos o matronas experimentados) a fin de adiestrarse en su aplicación. Después de utilizarlo, hay que lavarlo con agua y jabón neutro, secarlo y guardarlo impregnado de polvos de talco.
Debe cambiarse cada dos años y la eficacia de este método es menor a la de la píldora y DIU. De hecho, se estima que se pueden producir entre 6 y 20 embarazos al año por cada 100 mujeres que utilizan este método.