Hinchazón, cambios de humor, dolores, cansancio…Una vez al mes los síntomas menstruales y el dolor en la menstruación ataca pero, por suerte, no es invencible. Cómo a todas las mujeres, en menor o mayor medida, todos los meses te toca sufrir los síntomas y consecuencias de la menstruación: una semana antes de tenerla, te cambia el humor y estás más susceptible. Luego, empiezas a experimentar la sensación de hinchazón y te sientes como un globo a punto de explotar. Finalmente, la regla aparece y también los calambres y los dolores.

Queremos decirle adiós al dolor en la menstruación. Ya es hora de que tú y todas las mujeres del mundo mundial dejen de ser esclavas de la menstruación. Evidentemente, no existe un remedio mágico, pero sí algunos datos sobre cómo reacciona tu organismo. Conocerlos es la mejor arma para actuar con previsión y mantener el dolor de la menstruación a raya.

Consejos para los días de tu menstruación

1. Controlar el humor
Tú, que habitualmente eres una chica alegre y simpática, de pronto te conviertes en Miss Ogro: gritas por todo y saltas ante cualquier comentario. Ya sabemos que no puedes aguantar ese dolor de la menstruación que te está poniendo como una fiera. ¿Cierto? NO te asustes, es una reacción normal del síndrome premenstrual. Verás, la fluctuación hormonal del estrógeno y la progesterona, previa a tener la regla, afecta directamente a tus niveles de serotonina, una sustancia química del cerebro que es la responsable de los cambios de humor. Además, los expertos aseguran que una deficiencia de calcio intensifica las fluctuaciones hormonales, lo que a su vez conlleva una reducción del nivel de serotonina en el cerebro. Así que el primer plan de ataque para controlar tu mal carácter durante esos días consiste en ingerir alimentos ricos en calcio, como queso, leche y helados. En serio. Algunos estudios han confirmado que las mujeres que consumen 1.200 mg de calcio al día sufren menos cambios de humor propios del síndrome premenstrual.

Otro consejo para reducir los síntomas de la menstruación es que, una semana antes de tener la regla, hagas las comidas más seguidas, es decir, reduce los tiempos entre el desayuno, la comida, la merienda y la cena. La explicación está en que así podrás mantener los niveles de azúcar siempre constantes, y ésta es la mejor solución para no sentirse cansada ni tener episodios de irritabilidad. Come menos cantidad pero más veces al día. Verás como el síndrome y el dolor de la menstruación se reduce. A mal tiempo buena cara!


2. Eliminar la tripa hinchada
Cambios de humor, granitos, cansancio…¿no tenemos suficiente con esto?, parece que no porque la Madre Naturaleza nos ha mandado una molestia premenstrual: la sensación de hinchazón en la zona del vientre. ¿El culpable? Una vez más, las alteraciones en los niveles de estrógeno y progesterona. Como si de una conspiración química se tratara, estas hormonas ordenan al organismo que retenga líquidos hasta que el periodo finalice.

Tu misión es evitar que esto vaya a más, sino el dolor de la menstruación aumenta. Empieza a reducir la cantidad de sal en la dieta una semana más de tener la regla. Y no nos referimos a la que hechas en las ensaladas, que también, sino, fundamentalmente, a las comidas precocinadas, a los aperitivos salados y a las sopas de sobre, por ejemplo, ya que la cantidad de sodio en su composición es elevadísima. Y bebe más agua que de costumbre, ya que cuanto más líquido ingieras durante los días previos a la regla, más eliminará el organismo y eso hará que te sientas menos pesada e hinchada. Los dolores menstruales se reducirán. Si a pesar de todo sigues con una hinchazón enorme, consulta a tu ginecólogo acerca de la posibilidad de tomar algún tipo de píldora anticonceptiva. Gracias a la drospirenona, un progestágeno que facilita la eliminación del agua y el sodio, esta píldora te ayudará a reducir la retención de líquidos.

3. No renunciar al sexo
Para muchas mujeres, el sexo y la menstruación son dos cosas incompatibles, pero lo cierto es que no existe ningún obstáculo, problema ni riesgo para hacer el amor con tu pareja durante esos días, salvo el del propio pudor y la vergüenza. Y es más, está comprobado que el sexo (sola o con pareja) puede ser una buena forma de acabar con el dolor, ya que las contracciones que se producen durante el orgasmo, junto con la posterior relajación, alivian la intensidad de los calambres. Lo único especial que debes hacer es tener más cuidados higiénicos. Coloca un par de toallas encima de la cama y ten a mano toallitas húmedas con las que poder limpiarte al terminar. Y, recuerda, usa siempre un preservativo.