Los casinos online han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años en España. Una progresión imparable que se debe principalmente a la revolución tecnológica. Los nuevos avances tecnológicos han transformado nuestra vida cotidiana y han cambiado el modelo de funcionamiento de la sociedad. Las plataformas de juego online se han sustentado en las nuevas tecnologías, especialmente en los smartphones, para incrementar su presencia en el ámbito digital, donde se han consolidado como una de las formas de entretenimiento más populares en la actualidad. De hecho, cada vez más personas deciden adentrarse en este mundo de los juegos de azar para disfrutar de modalidades clásicas como el blackjack, las máquinas tragaperras o la ruleta desde la comodidad del hogar.
El juego ha cambiado de ciclo en nuestro país. Los operadores son conscientes que el futuro pasa por adaptarse a las nuevas tecnologías. Sin ir más lejos, los casinos físicos están perdiendo cada vez más jugadores, ya que no pueden competir con la comodidad de jugar desde casa o la posibilidad de hacerlo desde cualquier lugar y en cualquier momento gracias a los dispositivos inteligentes. Al fin y al cabo, ya no es necesario desplazarse hasta los establecimientos de juego físicos para jugar a las modalidades de juego. Además, las plataformas de juego online cuentan con una oferta de modalidades ilimitada, por lo que los usuarios pueden encontrar una mayor variedad de opciones de ocio para divertirse. Todo ello en un mundo donde la innovación para mejorar los juegos marca la diferencia.
La oferta de modalidades de juego disponibles en los casinos online es realmente amplia y variada. No hay duda que las plataformas de juego online cuentan con muchos más juegos de azar que los casinos tradicionales, ya que no tienen ningún tipo de limitación física. Por este motivo, el número de juegos disponibles mucho más elevado, aunque la ruleta, las máquinas tragaperras y el blackjack siguen siendo las modalidades más populares entre los jugadores. Todos estos juegos de azar online son desarrollados por proveedores de software, que proporcionan estas modalidades a los casinos online. En el proceso de creación también entra en juego la tecnología, ya que los proveedores utilizan el Generador de Números Aleatorios (RNG por sus siglas en inglés). El RNG es el algoritmo esencial que permite el funcionamiento de los juegos de casinos.
Los Generadores de Números Aleatorios son el corazón de los casinos online. Este sistema matemático se encarga de que los resultados sean absolutamente aleatorios, que no sigan ningún patrón determinado y que los jugadores no puedan predecirlos de ningún modo. De esta forma, el RNG garantiza que los resultados de las modalidades de juego sean justos y totalmente al azar. Un algoritmo que simula lo que sucede en las salas de casino físicos, siendo el responsable de la aparición de un número en lugar de otro en modalidades como la ruleta, o un símbolo u otro en las slots online. Además, la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), organismo regulador del sector del juego en España, se encarga del buen uso que hacen los casinos online que operan en el mercado de juego de este sistema de números aleatorios.
El diseño de las páginas web de los operadores de juego
Más allá de su influencia en la innovación de las modalidades de juego, la tecnología también tiene un gran impacto en el diseño de las páginas web de los operadores de juego. Hoy en día, las páginas web de los casinos online cuentan con una interfaz atractiva que es realmente intuitiva y fácil de utilizar para los aficionados a los juegos de azar. Además, estas plataformas de juego también disponen de modalidades en modo demo, que permiten a los usuarios disfrutar de una experiencia de juego sin apostar dinero. Sin olvidarnos de las promociones de los casinos online, como el bono sin depósito de 888. Esto supone una oportunidad fantástica para familiarizarse con las modalidades de juego en las primeras partidas.
La mayoría de los operadores de juego cuentan con sus propias aplicaciones móviles compatibles con los sistemas operativos iOS y Android. De esta forma, los jugadores pueden disfrutar de sus modalidades de juego favoritas desde su dispositivo móvil o tablet en cualquier lugar y en cualquier momento del día. Aquellos operadores que no tienen una app propia permiten a los usuarios acceder desde el navegador del smartphone o tablet, ya que no requiere de ningún tipo de instalación de un software especial. Esto supone una flexibilidad inimaginable hace apenas unos años.
La seguridad de los casinos online
El juego online movió, en términos de cantidades jugadas, más de 4.977 millones de euros en el cuarto trimestre de 2019, según el informe elaborado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). Las compañías de juego invierten gran parte de esa facturación en tecnología para mejorar sus sistemas de seguridad, especialmente para evitar posibles ataques de delincuentes cibernéticos a sus usuarios. Las plataformas de juego que cumplen con los estándares más estrictos de seguridad muestran el sello de “Juego Seguro”, que otorga la licencia expedida por el organismo de regulación del juego en España. Además, los casinos online deben poner a disposición de sus usuarios la verificación de edad, el establecimiento de límites en los depósitos de dinero y la autoexclusión.
La seguridad cibernética es uno de los aspectos más importantes para los casinos online, ya que estas plataformas de juego tienen que proteger los datos personales de sus usuarios. Al fin y al cabo, la relación que mantienen los operadores con los aficionados a los juegos de azar se tiene que basar en la confianza, como ocurre en cualquier tipo de negocio. Por suerte, los casinos online españoles cuentan con un alto nivel de seguridad, debido a que los operadores realizan importantes esfuerzos económicos para garantizar la protección de los jugadores. Todo ello con la última tecnología para protegerse de los posibles ataques de hackers. Los casinos online utilizan el protocolo de seguridad SSL (Secure Socket Layer) que garantiza que todo tipo de información se transmita de forma encriptada, impidiendo que cualquier amenaza externa pueda leer su contenido.