La energía o chi que atraemos hacia nuestro hogar es neutra en sí misma. Una de las formas más poderosas de darle un propósito particular a esta energía es el color. Los colores no tienen un propósito simplemente decorativo, sino que producen efectos psicológicos y fisiológicos bien definidos. Utilizando el color, podemos crear en cada ambiente la atmósfera que deseamos, ya sea estimulante, sosegada, creativa, relajada etc.
Los colores influyen en nuestro estado de ánimo, y es por ello que la persona busca vestirse con el color que más analogía guarda con su estado de ánimo, o bien con el estado de ánimo que pretende conseguir, de esta manera un tanto consciente o inconscientemente manifiesta a los demás su estado anímico, sus pretensiones, y las circunstancias que busca para conseguirlas. De una forma u otra cuando uno se rodea de un determinado color es porque busca obtener como resultado el significado del color.
Colores yin
Colores naturales:
Los colores naturales (madera, habano, crudo, maíz, beige etc.) Nos recuerda a la tierra, nos estabilizan, nos hacen sentir firmes y consolidados. Sin embargo, cuando se presentan en exceso y sin otros toques de color pueden resultar aburridos, opresivos y apáticos.
- Si: son adecuados para la sala de estar y el dormitorio, ya que conducen a la pasividad y al descanso. También son adecuados para lugares donde habitan personas inestables físicamente (por ejemplo, ancianos) o personas muy excitables, ya que transmiten una sensación de apoyo firme y de quietud.
- No: no son aptos para lugares donde se trata de generar ideas nuevas o trabajos creativos.
Azules:
El azul ocupa grandes extensiones de nuestro planeta: el cielo y el mar, frente a los cuales solemos adoptar una actitud contemplativa, seria. En exceso conduce a la soledad, la introversión, y la frialdad.
- Si: dormitorios con luz natural intensa o climas cálidos, oficinas. Comedores de personas obesas o que deseen adelgazar (el azul inhibe el apetito).
- No: lugares donde viven personas depresivas, teatros, climas fríos, cocinas y comedores.
Negro:
El negro es la ausencia total del color. Utilizado con acierto evoca un aire de misterio, receptividad, profundidad y sofisticación. Mal utilizado lo asociamos a la muerte y la insania.
- Si: para evocar un aire de misterio y sensualidad.
- No: habitaciones con niños, cocinas, espacios relacionados con la salud y lugares donde se quiera establecer una comunicación fluida entre las personas.
Rosa:
Ciertos tonos de rosa se encuentran entre los colores que producen el máximo efecto relajante. Asociado tradicionalmente a la feminidad, el romanticismo y la sensibilidad, para algunas personas resultan afectados y cursi.
- Si: utiliza el rosa en los lugares destinados a la relajación y el descanso.
- No: lugares de trabajo o estudio.
Colores yang
Rojo:
Es el color que transmite la máxima energía. Lo asociamos al calor, la pasión y la energía vital. También al ceremonial. El rojo llama nuestra atención e indica alerta y peligro.
- Si: el rojo puede utilizarse para atraer la atención o dirigir el flujo del chi hacia donde se quiera, por ejemplo, hacia un rincón oscuro el rojo puro debe utilizarse con moderación, siempre en objetos pequeños y nunca en superficies grandes. Las personas depresivas pueden beneficiarse utilizando objetos rojos (por ejemplo, un despertador o un velador rojo en la mesita de luz).
- No: debe evitarse el exceso de rojo en lugares de trabajo (distrae), en los lugares de descanso (excepto en el caso de personas depresivas), y en los lugares públicos o donde concurre mucha gente (incita a la violencia).
Naranjas:
El color de la túnica de los monjes budistas, expresa unión con el universo. Los tonos derivados del naranja (durazno, salmón) son excelentes para generar una sensación de unidad, fraternidad e igualdad.
- Si: salas de estar, habitaciones de huéspedes.
- No: lugares donde se requiera hacer trabajos que requieran concentración, como por ejemplo, el estudio de un escritor, oficinas etc.
Amarillo:
El amarillo es el color del sol, de la luz, del día, del optimismo y de la claridad. Pero el amarillo es sensible a los cambios de tonalidad, ciertos tonos pueden recordar envejecimiento, enfermedad, o traición.
- Si: es un color magnífico para llevar alegría a un ambiente, es excelente para la cocina, especialmente si la familia suele comer allí, y también para el cuarto de los niños. Compensa la falta de luz natural en ambientes oscuros.
- No: el amarillo es rechazado por las edades extremas: los bebés lloran más en habitaciones amarillas y las personas mayores tienden a rechazar el amarillo.
Blanco:
La suma de todos los colores. El blanco lo refleja todo y nada esconde. Irradia pureza y limpieza, en ciertos casos puede generar una sensación de vacío y frialdad.
- Si: cuartos de baño y dormitorios.
- No: climas muy fríos (recuerda a la nieve) y habitaciones de niños pequeños (el blanco exige un comportamiento muy cuidadoso).
Verdes:
El color de la vida vegetal y de la primavera evoca crecimiento, expansión, tranquilidad y rejuvenecimiento. En algunos casos se asocia a la inmadurez, la envidia, y la inestabilidad.
- Si: si hay buena luz natural en dormitorios, salas de estar, baños, habitaciones de niños pequeños y lugares donde haya que generar ideas nuevas y creativas.
- No: lugares oscuros, habitaciones de adolescentes (por algo la vestimenta de peter pan, el niño que nunca crece, es verde).
Púrpura:
Un color raro en la naturaleza y difícil de lograr, expresa exclusividad y autoridad.
- Si: oficinas de personal jerárquico, habitaciones de adolescentes.
- No: salas de estar, comedores, cuartos de juego.
¡Hola! Lo veo muy interesante. Pero todos parecen ser malos para un espacio de trabajo. ¿Cuál puede ser bueno para estar muy presente en mi ordenador de trabajo, o incluso en mi despacho? Gracias.
es muy bueno porque uno se eduque y aaprenda mucho
todo sobre los colores y su energia a ques e basan