La obesidad, y las enfermedades asociadas a ella, se han convertido en las principales causas de muerte hoy en día.
Este grave problema de salud está afectando también a la población infantil. Actualmente 1 de cada 3 niños y adolecentes padece de algún grado de obesidad.
Tomemos un momento para analizar nuestro estilo de vida y el de los más pequeños de la casa, así, será más fácil incorporar hábitos que nos pueden librar de la obesidad y las implicaciones de esta.
Primeramente tenemos que entender que debe existir un equilibrio entre la cantidad de alimento ingerido y la actividad física.
La obesidad, ocurre en el momento en que se rompe ese equilibrio, es decir, la cantidad de alimento ingerido es mayor al que se consume en la actividad física, llevando a que los alimentos sobrantes se almacenen en el cuerpo en forma de grasa.
El estilo de vida actual es más sedentario, lo que contribuye a una disminución importante en la actividad física de los niños. La aparición de diversas tecnologías como la televisión e internet hacen que los niños prefieran quedarse en casa jugando a videojuegos.
Sumado a esto está la inseguridad de las calles y la falta de espacios adecuados para el deporte.
Una dieta equilibrada debe proporcionar las calorías suficientes y los nutrientes necesarios para cubrir adecuadamente las necesidades de cada persona. La cantidad de alimentos ingeridos debe ser proporcional a la actividad física que realice la persona.
Es de suma importancia tener en cuenta que no existen alimentos buenos o malos. El causante de la obesidad exógena es el consumo de una dieta de valor calórico superior a las necesidades del niño, por lo que lo importante es mantener el equilibrio energético de nuestro organismo.
Con estos conceptos en mente, es más fácil llevar a cabo acciones para evitar y corregir la obesidad en los más pequeños de la casa, que aún están a tiempo de aprender a llevar un estilo de vida saludable.
Pequeñas acciones como caminar, correr un rato por las tardes, o enseñarles la pirámide del estilo de vida saludable, puede hacer la diferencia y hacer que los niños se interesen cada vez más en la actividad física, y de esta manera, lograr más fácilmente un equilibrio energético.
La obesidad es un tema que preocupa cada día más a nuestra sociedad y se trata de una mala gestión de la dieta y la nutrción, sobre todo de los niños.
Debemos conocer mejor los alimentos que tomamos así como las cantidades para llevar una dieta equilibrada. Una de las posibles soluciones pasa por leer las etiquetas de los productos.
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leer las etiquetas de los alimentos previene la obesidad.
Toda la culpa la tienen los padres que dejan a los niños estar todo el día con las dichosas maquínitas y comiendo chuches y porquerías.