Las calorías no existen eso es lo que asegura el neurólogo y nutricionista Yann Rougier asocia mente y estómago y ha elaborado una dieta basada en colores. La clave de una buena dieta es adelgazar cocinando como antiguamente (es decir, bien) y no a través de la frustración y de la obsesión por las calorías. Así de claro se manifestó ayer el neurólogo y nutricionista francés Yann Rougier en la Universitat de València. En su opinión, las calorías no existen porque no son una medida biológica sino matemática y uno de los mayores peligros de la sociedad actual es el aumento de los azúcares en nuestra alimentación y la pérdida de las asociaciones de alimentos tradicionales.
Pero seguir la dieta mediterránea puede ser nuestra salvación. La paella es un plato completo y equilibrado, siempre que el arroz esté en su punto y se coma muy despacio porque cuanto más despacio ingieras la comida, más adelgazarás.
Un juego de niños
Es lo que termina siendo la aplicación de sus tablas. La zona verde se puede comer a voluntad. La naranja combinada con la verde. De la roja poco y mezclada con la verde y la violeta la debes evitar si quieres perder peso.
Toda la información la puedes encontrar en el libro recién publicado ‘Adelgaza conmigo’. Rougier ha trabajado con deportistas de élite. En Mónaco fundó los laboratorios Fortè Farma y ahora los ha comprado la valenciana Natraceutical.
El nuevo término es el SLIM-data: delgadez con índice de metabolismo bajo. Consiste en comer de todo pero asociarlo de forma que un alimento se compense con el otro. “Hay que transformar la comida en un mensaje adelgazante para el organismo. Trabajar a través de la insulina y la serotonina (que influye en el sistema nervioso central) en las hormonas y neuronas”. Pensar en el estómago sólo puede provocar malentendidos con nuestro cerebro.
Rougier asegura que, tras 30 años de experiencia, puede decir que ninguna dieta funciona, por lo menos, las que pretenden perder peso rápidamente. Hoy hay 17.000 dietas. Y lo que unas afirman otras lo niegan. Rougier afirma que la obesidad crece un 80% cada cinco años y que nuestra dieta ha cambiado más en los últimos 50 años que en los 50 siglos anteriores.
Hay que cocinar al punto o ‘al dente’. No importa si la carne o la verdura está poco hecha, pero cuesta de digerir.
Las verduras reequilibran el ácido-base y actúan en el cerebro provocando saciedad y diciéndole que paremos de comer.
Hay que evitar lo frito: Es muy oxidante. Hay que usar aceite de oliva o aceite de cacahuete pero nada de aceite de girasol.
Nada de arroz precocinado: El que se calienta en un minuto en el microondas. El nivel de glucosa de este arroz es el doble que el normal, con lo que engorda el doble.
Ni comida ecológica: Comer sólo eso es un error. Ni dieta de la alcachofa, piña… Pierdes peso, pero desequilibran nuestro cerebro y acabamos recuperando el peso.