Aunque en otro post os he hablado de las mejor vestidas de los goya, estilismos que recordaremos siempre, también hay otros que han sido claramente para olvidar. En general, ha habido colores poco acertados, estilismos que echaban años encima a quien los llevaba y otras elecciones que directamente son complicadas de entender.
Por eso ahora me gustaría compartir con vosotras el top 10 de los looks menos acertados, al menos según mi opinión, a ver qué os parece.
Nunca me ha gustado su estilismo y esta vez no ha sido una excepción. El corpiño de terciopelo le hacía una figura más ancha de la que tiene realmente, la diferencia de telas y texturas hacía que los colores se mataran entre sí y el corte bajo de la cintura no era nada favorecedor. Una pena, porque con un diseño más sencillo y manteniendo la silueta podría haber mejorado muchísimo.
Inma Cuesta se echó años encima con este diseño de Dolores Promesas. El diseño en sí es bonito, pero el color no le favorece nada, el corte no ciñe su cintura y el largo de las mangas lo hace aún más serio. Todo eso, unido a un peinado aburrido y unas joyas poco modernas, hacen que parezca mucho más señora de lo que es. En mi opinión, ese mismo vestido en un color en tonos oscuros que realzara sus ojos y un pelo más moderno, habrían supuesto un cambio radical para su imagen.
El vestido de Loles León no estaba mal del todo, pero la combinación con el extravagante tocado lo lleva a un punto excéntrico que no era nada necesario. Las sandalias de tiras, la complicada falda con la raja enseñando pierna, las amplias mangas, el brilli brilli del cinturón y el tocado hacen que el conjunto sea demasiado recargado para cualquiera.
Macarena Gómez siempre arriesga y eso es algo que desde mi punto de vista debe premiarse siempre porque no suele verse en la alfombra roja. Sin embargo, ese atrevimiento de asumir riesgos hace que en ocasiones fracases estrepitosamente, como ocurre en esta ocasión. Aunque creo que las mujeres no deben cambiar radicalmente su forma de vestir por estar embarazadas, en este caso la elección no fue la mejor ya que el vestido no le favorecía nada, ni abrazaba su figura. El encaje era recargado y el maquillaje, bastante desacertado y demasiado oscuro, no ayudaban nada a mejorar el look.
Otra que no acertó con el color fue María León, ya que ese color marrón tierra indeterminado le hacía parecer enferma al contraste con su piel. Además, los bordados de los hombros y mangas ya de por sí eran muy recargados pero si además los unimos a esos grandes pendientes, juntos se producía una descompensación de proporciones de su cuerpo un poco extraña.
Que las transparencias son tendencia es algo que todas tenemos claro. Pero lo que tampoco podemos olvidar es que pueden convertirse en nuestro peor enemigo, como es el caso de este modelo de Charo Ruiz. El encaje no era muy bonito ni elegante y, en lugar de insinuar, dejaba ver demasiado. El gran pendiente dorado tampoco ayuda a que el look tenga nada de glamour.
La he incluido en esta lista aunque también opino que es un caso aparte. Claramente, Massiel va por libre y no le importa el qué dirán, al contrario de muchas otras asistentes, que lo intentaron y fallaron. En su caso, decidió ir cómoda y probablemente no le preocupó mucho la mezcla extraña de tejidos, el contraste de colores imposibles ni la multitud de capas que, a pesar de resguardarla del frío, formaban un look delirante. Lo peor: el abrigo de pieles de Miguel Marinero, cuando podía haberlo evitado o utilizar uno sintético.
La presencia de Penélope Cruz era la más esperada de la noche después de varios años sin venir, todos esperábamos que trajera el glamour de Hollywood a la alfombra roja pero decepcionó a lo grande. Aunque el vestido de Óscar de la Renta no era nada feo, tampoco le hacía ningún favor. Penélope no era la persona indicada para este vestido y ella puede lucir mucho mejor, diseños con otro corte que realcen su figura en lugar de esconderla y hacerle perder todas sus curvas. Quizás ir mejor peinada habría ayudado a mejorar el estilismo. Eso sí, los pendientes son preciosos.
El vestido en sí, de Juanjo Oliva, es muy elegante y el color le favorece, pero igual que Penélope, el corte y la silueta le juegan una mala pasada. Este vestido le hace parecer mucho más ancha y perder totalmente su cintura, a pesar de la especie de cinturón de tela que debería hacer justo lo contrario de lo que hace. La trenza, además, es una elección desacertada para su pelo ya que le quita sofisticación al look y hacen que la parte superior de su cuerpo parezca mucho más abigarrado de lo que debería.
Aunque he leído opiniones que señalan a Úrsula Corberó como una de las mejores vestidas de la noche, mi opinión es radicalmente opuesta ya que el vestido de Teresa Helbig no fue la mejor elección. Los vestidos en un tono exactamente igual al color de la piel no resultan nada favorecedores y crean un efecto óptico de lo más extraño. Además, las líneas de apliques superpuestas tenían un color y estaban aplicadas de tal forma que no aportaba ninguna elegancia al vestido. El maquillaje y el peinado, espectaculares; pero todo lo que había por debajo del cuello debería quedar en el olvido.
¿Estáis de acuerdo con esta recopilación? A veces es un poco complicado elegir, así que ¿os falta alguien o creéis que alguna actriz debería salvarse de esta lista?
Estoy completamente de acuerdo contigo excepto con Inma Cuesta que sí me ha gustado.