Hace unos días, Givenchy presentaba su nueva fragancia, L’Interdit. Pero como ya os adelanté en las redes, quiero contaros su historia, porque estoy segura os va a encantar y va a hacer que os enamoréis de esta nueva creación.
Todo comienza en 1957, cuando el diseñador Hubert de Givenchy decide crear perfumes Givenchy, encargando la dirección a su hermano Jean-Claude. Juntos crearon la primera fragancia de la casa que fue regalada a su gran amiga Audrey Hepburn, a quien había vestido en muchas ocasiones, para que fuera ella la única en el mundo que tuviera su fragancia. Audrey era la única que tenía el privilegio de deleitarse con ese perfume. A ella le pareció sorprendente, magnifica… era su aroma, ya que Hubert de Givenchy, para la creación de la fragancia, se había inspirado en la elegancia, la feminidad y la belleza de su inseparable amiga, Audrey Hepburn.
Hubert de Givenchy siempre decía que, “la tarjeta de visita de una mujer es su perfume, sin él, la mujer es anónima.” Además, también opinaba y así se lo hizo saber a su amiga, que un perfume había que vaporizarlo en un pañuelo para que su aroma durara todo el día.
Audrey Hepburn le hizo caso, pero un día, en un despiste dejó el pañuelo olvidado en el atelier y entonces ocurrió, todas las mujeres que pasaban por el taller pudieron oler y desear un perfume que en principio era solo para Audrey.
Hubert de Givenchy en una cena le contó a su amiga lo sucedido y le pidió permiso para comercializarlo. “Mais je te L’interdit!” (¡Te lo prohíbo!) fue la respuesta que le dio, dando sin querer nombre al perfume. L’interdit se convirtió en el primer perfume que tubo como imagen a una actriz como protagonista de la campaña, Audrey Hepburn.
Ahora, en 2018, la fragancia que Givenchy creó para Audrey Hepburn en 1957 se reinventa, por supuesto con el mismo nombre L’interdit, porque sigue manteniendo su esencia. Pero L’interdit ( lo prohibido), en esta ocasión no habla de una fragancia exclusiva para una mujer y prohibida para el resto, sino que habla de traspasar esas barreras que nosotras mismas nos ponemos y que la sociedad nos impone. Romper con los convencionalismos, habla de ese instante cuando consigues romper con esa barrera y sentir que has alcanzado la libertad.
L’Interdit una fragancia intrépida y espléndida
L’Interdit pertenece a la familia olfativa floral y ha sido creada por los maestros perfumistas Anne Flipo, Dominique Ropion y Fanny Bal.
La fragancia, prefiero que vosotras mismas la probéis, porque para mi fue un gran impacto, me encantó nada mas olerla. Me enamoró. Pero sí os adelanto, que es la mezcla de un elegante ramo florar blanco, de azahar, jazmín y nardo, en total contraste con acordes negros de vetiver y pachulí.
L’Interdit es para un tipo de feminidad luminosa que coquetea con el lado oscuro.
L’Interdit, es la atracción de lo prohibido, con una historia llena de contrastes. Su frasco mantiene la esencia del primero pero rediseñado más fresco más moderno y lleno de guiños. Hubert de Givenchy decía que el lujo se encuentra en los pequeños detalles y eso ha sido plasmado en esta creación. Un frasco joya, que nos habla del pasado, pero muy contemporáneo.
En su packaging exterior vemos el blanco el negro, el logo de la marca que va cobrando mas relevancia para la casa, y de pronto cuando lo abres, la sorpresa del rojo y la firma de Hubert de Givenchy, quien se sintió muy orgulloso cuando le presentaron este proyecto y quiso plasmar su firma. Un detalle inesperado, con una gran historia detrás.
La actriz Rooney Mara es la nueva musa de L’Interdit
La musa de L’Interdit para esta ocasión es la camaleónica actriz Rooney Mara, una mujer fuerte, audaz, moderna, y además comprometida con labores humanitarias como lo era Audrey Hepburn. En el spot la vemos con un diseño negro de alta costura en el metro. En el vídeo han querido plasmar la feminidad del siglo XXI, el contraste de lo delicado con lo fuerte en las mujeres de hoy en día.
L’Interdit ya está a la venta en tres tamaños: 35 ml, 50 ml y 80 ml.
Deseando olerla pues las fragancias de esta marca me suelen gustar mucho.