Es un tópico que todos los hombres necesitan para ser felices dos cosas: Una mamaíta y una buena «mamaíta», con ello cumplen con el ideal de madre-amante. Una madre que los que los cuide cuando están enfermos que les proporcione los alimentos que desean que los mantenga a salvo de las inclemencias del tiempo y de la vida y una amante que les proporcione la intensidad de la aventura.
La verdad que nos lo ponen muy difícil, ser madre supone unos niveles de generosidad y sacrificio que no todas las mujeres están dispuestas a dar, pero además mantener el interés sexual contra todo pronóstico es mucho más difícil.
Si el chico que te gusta te pide que seas su madre, pregúntate dentro de ti si quieres ser madre de un niño para toda la vida, o simplemente quieres jugar un ratito a “las casitas” si este es el caso, lo tienes muy fácil, primero se trata de descubrir sus platos favoritos y después invitarle a cenar y haz que se sienta cómodo, todas las mujeres sabemos hacer esto… para ello nos han educado desde el principio de los tiempos… pero después indícale que tú también quieres que te cuiden, que a ti también te gusta que te hagan sentir bien.
Si no sabe hacerlo… ¡tú misma! Hacer de amante es mucho más fácil se trata de volverte lo más egoísta posible y usarle como un objeto erótico a los hijos-amantes les encanta.