A menudo aparecen durante el embarazo unas feas manchas en la cara. Es lo que se llama cloasma o melasma. Se caracteriza por la aparición de una hiperpigmentación moteada o en forma de parches. Se localiza preferentemente en la frente, las mejillas y el labio superior.
Estas manchas van apareciendo de forma lenta y gradual y, generalmente, desaparecen del mismo modo después del parto. Sin embargo, a veces reaparecen con más intensidad en sucesivos embarazos. Suelen ser bastante visibles y afean notablemente el cutis. Son más frecuentes en verano y los rayos del sol las intensifican e incrementan.
A veces es difícil evitarlas, pero al menos hay que intentar mitigarlas o disimularlas. Dos de estas tácticas son la aplicación en el rostro de cremas con un alto factor de protección solar y/o una buena base de maquillaje que ayude a disimularlas ante la vista de los demás