Con la prevalencia de la obesidad en nuestros días, nos encontramos frente a una fuerte oleada de información, que dice tener la solución para la obesidad. Nos encontramos frente a dietas que prometen una pérdida de peso exagerada o una disminución en los niveles de colesterol y triglicéridos.
Ante tanta información, necesitamos ser críticos, y seleccionar aquella que sea adecuada y no ponga en peligro la salud. Me di a la tarea de platicar con nutriólogos acerca de este importante tema y te comentare lo que aprendí para que lo puedas aplicar a tu vida.
Muchas de las dietas que se siguen hoy en día, se basan en la eliminación de un tipo de alimento, ya sean grasar o carbohidratos. La pérdida de peso parece inmediata y duradera, sin embargo, este tipo de dietas tienen una gran prevalencia de “rebote”. El temido rebote ocurre cuando después de bajar cierta cantidad de peso, lo recuperas y puedes llegar a rebasar hasta el peso en el que te encontrabas anteriormente.
El tipo de dietas más saludable es en el que puedes consumir alimentos de cualquier grupo. Grasas, carbohidratos y proteínas. Si lo que buscas es bajar de peso, entonces debes consumir una dieta HIPOCALORICA, es decir, que tenga menos calorías de las que tu cuerpo necesita para funcionar. De esta manera empezaras a consumir las reservas de grasas de tu cuerpo y bajarás de peso.
Hay otro tipo de dietas que están basadas en la utilización de diuréticos, que son alimentos que tienen la capacidad de eliminar líquidos. Con esta dieta bajaras de peso, pero solo porque estas eliminando liquido. Tus reservas de grasa se encontraran igual que antes. Además corres el riesgo de sufrir deshidratación.
Lo más importante de las dietas es que deben seguirse bajo la supervisión de un experto que te valore y evalúe cada cierto tiempo para ver como respondes a la dieta. También es muy importante agregar ejercicio a tu rutina diaria para llevar una vida más sana y tonificar tus músculos.