Con beneficios similares a los de los AHA o Alfahidroxiácidos, los denominados como PHA resultan menos irritativos. Otra manera de remodelar la superficie de la piel para que se revele más lisa, limpia e iluminada con un menor impacto.
Poros dilatados, puntos negros, finas líneas o arrugas, piel apagada, pérdida de firmeza… estos son algunos de los motivos por los que se suele acudir a los conocidos como hidroxiácidos, entre los cuales los más famosos suelen ser los AHA o alfahidroxiácidos y los BHA, la opción beta.
“Los AHA y BHA tiene funciones muy diversas y útiles. Mientras que AHAs como el mandélico, láctico o el glicólico reducen signos de la edad, unifican el tono y limpian el tejido, los BHA como el salicílico son perfectos para romper el sebo en las pieles más grasas. Sin embargo, los PHA tienen muchos beneficios de los dos primeros, pero una clara diferencia: son menos irritativos, convirtiéndose en la opción preferida de las pieles más sensibles”, expone Raquel González, directora de educación de Perricone MD.
Pero, ¿qué sabe la gente de estos ácidos y qué son? Nombres como ácido lactobinoico son poco habituales en las conversaciones de sobremesa, pero sus beneficios son tantos que podrían empezar a convertirse en trending topic hasta de las cortas tertulias de ascensor.
¿Qué son y para qué sirven los Polihidroxiácidos?
Dentro de los PHA, los más comunes son la gluconolactona y el ya mencionado ácido lactobinoico,
“en ambas ocasiones, estos Polihidroxiácidos se obtienen por un proceso de oxidación de la lactosa que da como resultado un nuevo ácido que, por un lado, consigue beneficios propios de los alfahidroxiácidos, pero por otro, es mucho más sensible con las pieles irritativas”, explica Ane Miren Cordero, directora estética del club Arsenal Femenino.
Su capacidad para tratar la piel sin dañarla permite que estén presentes en productos que no solo están destinados a exfoliar, pudiendo formar parte de otros con un propósito más amplio, como puedan ser cremas hidratantes o hasta limpiadores faciales.
Tal es el caso de Medik8 Brightening Powder Cleanse, un limpiador en polvo que pasa a espuma al contacto con el agua.
Está planteado como despigmentante para aquellas pieles que puedan tener problemas de manchas, por ejemplo, provocadas por el sol, puesto que utiliza la gluconolactona como herramienta para redefinir las capas superiores de la piel, rompiendo la pigmentación más persistente. Actúa junto a otros principios blanqueantes, como el Oxyresveratrol, la perlita volcánica o la N-Acetil Glucosamina -que previene que se creen nuevos pigmentos-.
Estos PHA, además de exfoliar, consiguen mejorar la hidratación de la piel. ¿Cómo un ácido puede hacer esto? Ocurre con el hialurónico, que mejora la humedad del tejido (aunque no es un PHA) y, también, por ejemplo, con el lactobinoico al ser un inhibidor de las metaloproteinasas de la matriz, que suelen aumentar su actividad al exponerse a la luz solar e influyen en la formación de finas líneas y arrugas.
“Al mismo tiempo, este ácido fortalece la función barrera de la piel, puesto que estimula la regeneración de la epidermis y sus propiedades hidratantes, evitando la pérdida de agua”, explica Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, quien añade que “revierte los signos de la edad, ya que contribuye a la regeneración celular, favoreciendo que produzcamos más colágeno, mejorando la elasticidad de la piel”
Como añade Lorena Loma-Ossorio, directora de WOmum Madrid, “nos gusta siempre destacar que no afinan la piel, como pueden hacer otros ácidos o exfoliantes mecánicos, sino que la refuerzan, actuando así de otra forma diferente a como solemos preconcebir un ácido”.
Un ácido poco irritativo presente en Refining Facial Polisher, un peeling que cuenta con ácido lactobinoico y lo combina con barro húngaro depurador, piedra pómez y gluconato de cobre, un purificante y poderoso astringente, regulador de la producción sebácea.
¿Por qué irritan menos los Polihidroxiácidos?
Los PHA son mucho menos irritativos porque poseen un peso molecular mayor, lo que permite una penetración mucho más lenta, asegurando que la entrega del principio activo sea paulatina y por ello menos irritativa.
“Es como si una pelota intentase entrar en un agujero pequeño. Al ser una molécula más grande, tiene que trabajar más para penetrar en el mismo espacio, es por ello que tarda más en conseguirlo y la razón por la que crea un menor impacto o daño sobre el tejido”, explica desde Medik8 su directora técnica, Elisabeth San Gregorio.
Es esta baja capacidad de dañar la piel lo que permite que puedan incluirse, por ejemplo, en cremas hidratantes que se llevan durante mayor espacio temporal sobre el rostro, como White Balance Overnight Repair, una hidratante regeneradora de noche con capacidad despigmentante gracias a la gluconolactona en fusión con el Oxyresveratrol y los extractos de mora y regaliz, o la niacinamida, que reduce los procesos inflamatorios que pueden desencadenar un proceso de hiperpigmentación.
Pues habrá que empezar a utilizarlos.