Ya ni me acuerdo del verano, de los días de descanso y de las tardes en la playa. Desde que empezó septiembre, entre nuevos proyectos, el blog, la casa y los peques, mi cuerpo y mi mente están pidiendo a gritos unas vacaciones.
Bueno, ya tenemos a la vuelta de la esquina el puente de la Constitución, este año es más corto, son solo tres días, y la verdad no me gustan los viajes exprés, por eso, si el trabajo me lo permite, alargue unos días más las vacaciones.
Al contrario que mucha gente que corre para llegar al destino, con lo que eso conlleva, estrés, multas y en el peor de los casos, un accidente, yo disfruto del viaje desde que me monto en el coche.
No me gusta viajar con prisas, #slowdriving o lo que es lo mismo, conducción lenta. Además siempre viajamos con niños, y paramos las veces que haga falta para que el viaje no se les haga pesado.
Pero aunque no viajara con niños, soy de las que voy mirando por la ventanilla los paisajes, y como pase por algún lugar que llame mi atención, paramos y nos bajamos a disfrutar de las vistas, y porque no, ya que estamos, a hacernos fotografías.
Eso me pasa mucho, cuando subimos a Cantabria o a Asturias, el camino se hace mucho más ameno, intentamos parar en todos los paradores, las vistas desde cualquiera de ellos son impresionantes. Te relaja muchísimo, no sé, es que se respira otro aire y a los peques les gusta ver algo que no pueden ver en Madrid, y les viene fenomenal para continuar el viaje.
Si todo sale bien, este puente nos vamos a Bilbao. Tenemos previsto hacer Bilbao-San Sebastián por la costa, me han dicho que el viaje es una maravilla. Y cuando lleguemos a San Sebastián quiero hacer una parada con el coche, para subir con los peques en el funicular que te lleva hasta Monte Igueldo, desde su mirador se pueden disfrutar de vistas típicas de postal, son una autentica maravilla.
Seguro que algunos nunca os lo habéis imaginado, que una carretera puede ser un lugar donde podéis disfrutar, de un gran bosque, montañas, una cascada de agua, un rio o incluso la entrada a una playa virgen.
No sé si a vosotros os gusta disfrutar del camino, o sois de los que estáis deseando llegar, pero la verdad, ya no me siento un bicho raro, y ahora entenderéis porque. He estado leyendo que pepecar (alquiler de coches), va a lanzar un manifiesto para pedir a las personas que dejen de ir con prisas, que también hay que disfrutar todo lo que puede suceder por el camino. “No importa el destino, lo importante es disfrutar de la experiencia, descubrir momentos únicos en el trayecto”, estas son algunas de las frases del manifiesto.
Espero que este manifiesto llegue a muchas personas y se apunten a #slowdriving y a disfrutar del viaje. Y si no es así, este puente por lo menos tened mucha precaución en las carreteras, porque lo importante es llegar.
Al contrario que tú yo cuando salgo estoy deseando llegar a mi destino, Bonitas ciudades tanto San Sebastián como Bilbao.
pues la verdad q toda la razón, para mi las vacaciones comienzan con el viaje
Besos