La vestimenta, desde los principios de la era moderna, es la mejor manera de transmitir una forma de sentir y de decir. De expresar lo que uno siente sin palabras y mostrarse a una misma, su timidez, su alegría, su bronca, sus ganas.
Sin embargo con la importancia que hoy en día tiene el cuidado de la apariencia física, la vestimenta es un protagonista que nos ayuda bastante a estar más atractivas.
Cuando no hay tantas curvas: Vestir una camiseta de mangas largas con una falda estrecha y ajustar su cuerpo.
Piernas muy largas y torso corto: Una camisa blanca medio desabrochada sobre pantalones es un recurso infalible.
Cuando tiene un torso demasiado largo: Al contrario del caso anterior, lo más recomendable es utilizar chaquetas de 4 o 5 centímetros por encima de la línea de la cintura.
Cuando tiene muchas curvas: La chaqueta cruzada de largo medio disimula una cadera grande al igual que un busto prominente.
Cuando quiere acentuar sus curvas: Un vestido que deje la espalda y brazos al descubierto, exalta las virtudes que quiere lucir.
Ser más alta: Las rayas verticales crean esa ilusión óptica. Una parece más alta y flaca, al contrario de las rayas horizontales.
Caderas anchas: La chaqueta amplia es perfecta para esconderlo. También permite usar vestidos ajustados.
Silueta amplia: Pantalones rectos y una chaqueta de un solo botón por encima es una solución más que elegante.
Piernas anchas: El negro es una buena medida, sobre todo en pantalones ajustados y en combinación con una chaqueta larga que los cubra.