Para Dior, la rutina de belleza no es un momento más del día. Es un acto diario de cuidado, que, si lo realizamos con verdadera conciencia, es una oportunidad muy sensorial en la que, conectamos con nosotras mismas, través de un ritual. Es la ocasión perfecta en el día, para nosotras.
Por eso me encanta Dior. Porque ya desde 1967, con sus primeros tratamientos de cuidado fácil: la loción de rosa y la leche de magnolia, respondió a las necesidades de las mujeres con una filosofía de belleza que transforma los gestos sencillos y cotidianos en un ritual.
Estos dos desmaquillantes marcaron el inicio de una nueva gama y un nuevo camino a través de la ciencia floral, pasión de Mosieur Dior.
Hoy Dior, a partir de nuevas investigaciones e innovaciones, y del desarrollo de la ciencia floral, ha iniciado un nuevo ritual de cuidado y una nueva visión de belleza que aúna eficacia y sensorialidad, a través de un nuevo bálsamo: Baume Cica-réparateur á la camomille visage et corp.
Un ritual de cuidado completo y eficaz en un sólo producto
Los productos que combinan calidad y encima sean prácticos, me encantan. Hacen que podamos disfrutar de nuestro ritual, aun cuando tenemos poco tiempo. El nuevo bálsamo Baume Cica-réparateur á la camomille visage et corp de Dior es así, ya que está diseñado para ser utilizado tanto en el cuerpo como en el rostro. Además, devuelve la vitalidad a las zonas más dañadas, favoreciendo el ciclo de reparación natural de la piel.
Diferentes factores externos e internos, van produciendo cambios en nuestro cuerpo y rostro, dejando algunas zonas más fragilizadas. Las áreas más delicadas y expuestas pueden resecarse o irritarse, como suele suceder con el rostro, producto de la exposición al frío, y ahora los roces que produce la mascarilla.
Sin dudas, este nuevo bálsamo cumple con su objetivo fundamental que es un ritual para calmar, embellecer y revitalizar la piel, ya que actúa reparando esas zonas agotadas y frágiles, como por ejemplo aquellas más secas, que necesitan recobrar su suavidad y vitalidad.
Baume Cica-réparateur produce un efecto reparador, refrescante y relajante al instante. Está compuesto por un 91% de ingredientes de origen natural y formulado con un PH similar al de la piel. Esto lo convierte en un tratamiento ideal para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles, ya que además no posee fragancias.
De la flor a la piel, el ritual perfecto de Dior
Entre sus ingredientes encontramos la cera floral de camomila “salvaje”, elegida por su eficacia para mejorar la flexibilidad de la piel, protegerla e hidratarla a largo plazo. Junto a la Centella Asiática o “hierba de tigre”, conocida por sus propiedades revitalizantes, purificantes y reparadoras.
La textura de este bálsamo se funde rápidamente con la piel, nutriéndola en profundidad. Se trata de un ritual, con una experiencia sensorial reconfortante y calmante, que no deja la piel pegajosa ni grasa. En 72 hrs. la piel recobra su vitalidad.
La belleza de lo simple y esencial representada en un envase
El envase de Baume Cica-réparateur es un reflejo de la vuelta a lo simple y esencial que quiere transmitir Dior. Por ello, a través de su identidad visual, la marca quiso celebrar el ADN Dior, plasmando en su envase el número 1967, año en el cual nace su tratamiento.
Como veréis, el cuidado esencial simplificado se refleja a la perfección en la sencillez de su diseño, que tiene dibujado un elegante medallón ovalado, representando el equilibrio y armonía de Monsieur Dior.
La pureza de la piel también se ve representada en los colores blanco y gris del envase, y a través de las líneas finas y sobrias de su diseño. Coincido con Dior en las palabras que utiliza para describirlo: femenino y atemporal. ¡Me encanta este ritual para revitalizar embellecer y calmar la piel con Dior!
Dior raramente casi siempre cumple lo que promete.