El feto ya es bastante grande y ocupa la mayoría del útero, a partir de ahora le será más difícil hacer esos giros acrobáticos que hacía.
El feto empieza a tomar la posición definitiva para el momento final, siendo la presentación cefálica (cabeza fetal hacia la pelvis) la más frecuente y la mejor para un parto vaginal.
Bajo la piel ya tiene una capa de grasa.
El feto puede tener hipo, la madre siente esto como un movimiento rítmico desagradable en el abdomen. Puede continuar durante unos minutos o incluso durar media hora o más.
El cerebro entra en un período de crecimiento rápido a medida que células más complejas se desarrollan y empiezan a funcionar. El cerebro puede controlar una respiración rítmica así como la temperatura del cuerpo del feto. Los ojos ya se pueden abrir, cerrar y parpadear.
La cavidad uterina empieza a quedársele pequeña, Su talla es de 40 cm y su peso es ahora de 1,400 Kg. El feto tiene muchas posibilidades de vivir si naciera ahora.
Puedes notar las llamadas «contracciones de Braxton Hicks», que son indoloras. El útero está empezando a contraer tus músculos, preparándose para el momento del parto.