La agenda prenupcial rebosa de tareas por hacer, de rituales con los que cumplir para que todo esté a punto el día de la boda. Ser la novia no es tarea fácil y los nervios, los agobios y la falta de planificación pueden causar estragos. Si quieres estar radiante, no dejes que los errores estéticos arruinen tus esfuerzos.
Carmen Navarro te descubre los deslices que nunca debes cometer antes de casarte
- Depilarte uno o dos días antes… Lo ideal es deshacerse del vello al menos 4 ó 5 días, sobre todo si utilizas cera. La depilación puede causar pequeñas irritaciones cutáneas, que además de ser evidentes el día de la boda, si luego tomas al sol pueden dejarte una mancha indeleble en la piel.
- Realizar un tratamiento autobronceador si desconoces el producto. Hazlo siempre en cabina bajo la supervisión de un profesional. De esta forma, evitarás “accidentes” que marquen tu piel: exceso de producto en algunas zonas, palmas de las manos anaranjadas….
- Pincharte, ni siquiera vitaminas, una semana antes de tu boda… Si vas a realizarte un tratamiento de medicina estética que requiera aguja, recuerda que pueden aparecer pequeños hematomas. Lo mejor es realizar el protocolo al menos 3 o 4 semanas antes del día D.
- Dejar para última hora la limpieza de cutis. Lo ideal es realizarla al menos una semana antes, para paliar las posibles marcas que puedan aparecer al realizar la extracción.
- ¿Despedida de soltera?, ¡ojo con lo que bebes!… No todas las bebidas alcohólicas dejan la misma huella sobre la piel. Así, cerveza puede provocarte retención de líquidos y bolsas en los ojos; el vino potencia la couperosis y puede causar microroturas en los capilares; gin tonics, combinados, cócteles etc.., aportan una gran cantidad de azúcar y acentúan la deshidratación y la sequedad.
- Esperar milagros de última hora de los tratamientos en cabina que te realices. Hay protocolos cuyos resultados finales se notan pasados 45 días tras realizarlos (radiofrecuencia, por ejemplo); y otros que necesitan al menos 10 sesiones seguidas para ratificar sus logros. Pide tu cita siempre con antelación, al menos 3 meses, y no olvides la importancia de un diagnóstico certero que planifique tus necesidades estéticas con un programa facial y corporal personalizado.
- Abandonar tus piernas a los tacones. Las novias no se sientan… Te esperan horas de estar de pie, saludando, abrazando…Cuida tu circulación con esmero y prepara tus piernas con un tratamiento drenante que las entrene para el día D. Te aconsejo una sesión de Bioslimming, T-Shock, dos o tres días de la boda.
- Comer cualquier cosa antes del banquete. Lo normal es que los nervios cierren el estómago y más que ganar peso, se pierda. Pero más vale prevenir problemas, como la hinchazón abdominal, poniendo especial interés en los alimentos que se ingieren, evitando aquellos que puedan causar flatulencia, retención de líquidos o sean excesivamente picantes. Lo ideal es cenar poco y pronto la semana previa.
- Olvidar preparar la piel para el viaje de novios. Generalmente, se escogen destinos donde el sol es protagonista. Prepara la piel para que reciba los rayos UV con las defensas bien altas. La nutricosmética presolar es una gran ayuda. Una cápsula al día tres meses antes del viaje al sol, ayudará a broncease de manera segura. Durante el mismo, protección continua; de regreso a casa, un tratamiento reparador e hidratante en cabina, contribuirán a prolongar el bronceado y la felicidad de la luna de miel.
- Utilizar cosmética de tratamiento con posibles efectos secundarios. ¿Un ejemplo? Las cremas con retinol. Si es la primera vez que las usas, pueden causar rojeces e irritaciones. Si vas a tomar el sol a posteriori, pueden provocar la aparición de manchas. Asesórate en centro de belleza de qué cosmética puedes y no puedes utilizar.