- Extiende sobre tus labios un poco de maquillaje a modo de base, a ser posible de un tono más suave del que vayas a utilizar después.
- Perfila tus labios y rellénalos con el perfilador, por completo.
- Píntate los labios como haces normalmente, y a continuación presiona tus labios contra un pañuelo de papel para eliminar el exceso de pintura.
- Ahora, vuelve a pintarlos nuevamente.
Ya verás como tu maquillaje se fija por más tiempo, y recuerda que, las texturas mates son más duraderas que las cremosas.