Hace un par de semanas, un grupo de bloggers fuimos invitadas por Esdor a conocer su sede, situada en las Bodegas Emina en Valbuena de Duero (Valladolid), en plena Ribera del Duero.
Las Bodegas Emina pertenecen al Grupo Matarromera, uno de los grupos vitivinícolas más relevantes a nivel nacional e internacional, y la empresa del sector que mayor porcentaje de inversión realiza en I+D+I.
Uno de los motivos de la visita, fue descubrir en exclusiva su último lanzamiento, Gran Reserva. De el os hablaré dentro de unos días porque estoy probándolo, y si no me extendería mucho, pero solo os adelanto, que es una maravilla.
A la llegada nos recibieron con un rico almuerzo, y por supuesto, un vino de sus bodegas. Después de brindar y reponer fuerzas, comenzamos nuestra visita por el corazón de Esdor.
Para las que aun no conozcáis la marca cosmética, entenderéis el porque de unas bodegas, cuando os diga, que Esdor en sus productos, combina la eficacia antioxidante de los polifenoles de uvas Vitis- Vinifera Tempranillo procedentes de los mejores viñedos en la zona de la Ribera del Duero, con activos naturales de la cosmética.
Los polifenoles son los antioxidantes naturales más eficaces, está científicamente comprobado que son superiores a los de la vitamina C y E.
Pero después de investigaciones, se dieron cuenta que la mayor concentración y calidad de polifenoles se encontraba en los hollejos (la piel que envuelve la pulpa de la uva), y de ahí el resultado del Eminol®, desarrollado y patentado por el Grupo Matarromera.
El Eminol® por lo tanto, es un extracto natural concentrado de polifenoles de uva, con gran poder antioxidante, que mejora el cuidado de la piel y retrasa su envejecimiento.
La verdad fue una visita muy interesante, donde aprendimos muchísimo de piel, cosmética, vinos y proceso de la uva, ahora si entenderéis porque esta todo relacionado.
Después de la visita, para meternos más aun en el corazón de Esdor, salimos a los viñedos a recoger la uva.
Para la #vendimiachicesdor teníamos una sorpresa preparada, un kit de regalo necesario para hacernos el trabajillo más fácil
De Hunter, unas preciosas botas de agua en color topo, imprescindibles para la vendimia.
Y de Twenty Violets un capazo ideal diseñado especialmente para la ocasión, y ayudarnos en la recogida de la uva.
Yo no había vendimiado nunca y os puedo asegurar que fue súper emocionante y divertido. Claro que solo estuvimos un ratito.
La comida fue en el restaurante que hay dentro de las bodegas, típica castellana, un lechazo riquísimo con buenos vinos y la mejor de las compañías.
Tras la comida llegó el momento de la despedida, una lástima, se me hizo muy corto, y es que los responsables de Esdor son encantadores, nos cuidaron mucho y no nos faltó de nada, así que con pena, nos pusimos de regreso a Madrid.
Os dejo con las imágenes, para que veáis toda nuestra visita a las bodegas.
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