El día 23 de Octubre fue el Día Internacional contra la explotación sexual y hoy yo también quiero unirme a la lucha contra esta lacra que afecta a 3 de cada 1.000 personas de la población mundial, que sufren la trata de seres humanos en cualquier modalidad, un problema que afecta a todos los países del mundo.
Pero, ¿sabemos exactamente qué es?
Generalmente cuando pensamos en este terrible crimen al ser humano, automáticamente se nos viene la imagen de las miles de mujeres explotadas sexualmente, olvidando a los hombres y niños que por desgracia tienen con ellas en común esta pesadilla. Pero empecemos por entender bien el concepto, la trata de personas es un delito que consiste en el secuestro, el traslado o la acogida de seres humanos por medio de la amenaza o la violencia con el fin de llevar a cabo explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud, servidumbre o incluso la extracción de órganos. Es lo que hoy en día se conoce como “la esclavitud del siglo XXI”.
Impacto de la trata en la salud
Según el primer estudio en Asia sobre las consecuencias y riesgos de la Trata de Seres Humanos en la salud, realizado por Anesvad junto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la London School of Hygiene &Tropical Medicine (LSHTM), una de cada dos víctimas de trata (48%) ha sufrido violencia física y/o sexual -patadas, encierros, vejaciones, amenazas, etc.- y presenta trastornos por ansiedad (42,8%), depresión (61,2%) y estrés post-traumático (38,9%). El estudio, revela además que uno de cada seis participantes (14,9%) afirma haber tenido algún pensamiento suicida durante la semana anterior a la entrevista. Con este trabajo, titulado “La salud y la trata de personas en la Subregión del Gran Mekong”, Anesvad busca llamar la atención de la comunidad internacional sobre la urgencia de poner en marcha sistemas de salud, especialmente mental, para las víctimas de trata en esta región del mundo.
La trata de seres humanos en cifras
Desde Anesvad solicitan ayuda para terminar con esta grave violación de los Derechos Humanos que mueve al año 35.000 millones de dólares y que deja graves secuelas físicas y mentales en las víctimas.
Según la Organización Internacional del Trabajo, casi 21 millones de personas son víctimas de trabajos forzosos y trata (4,5 millones de casos se refieren solo a explotación sexual), lo que representa 3 de cada 1.000 personas de la población mundial, de las cuales1 de cada 4 víctimas es menor de edad, 11,4 millones (55%) son mujeres y niñas, y 9,5 millones (45%) son hombres y niños.
La OIM estima que anualmente unas 800.000 personas son objeto de la trata a través de las fronteras, y otras tantas lo son también dentro de sus propios países.
El promedio de tiempo que estas personas pasan en situación de esclavitud es de 18 meses, antes de escapar o ser rescatadas.
En Europa, según datos de Euroestat, entre 2010 y 2012 se registraron más de 30.000 personas identificadas como víctimas de trata, lo que supone un incremento del 28% respecto al periodo 2008-2010. De ellas, el 69% fue explotada sexualmente y lo que es más aterrador, un 17% tenía entre 12 y 17 años y un 2% menos de 11.
Mientras, en España, la Policía identificó entre abril de 2013 y diciembre de 2014 cerca de 11.000 víctimas potenciales de trata con fines de explotación sexual, modalidad que predomina tanto a nivel estatal como europeo.
Este problema sigue concentrándose en torno a un grupo de países que suman la mayoría de los casos como son Países Bajos (7,9 por cada 100.000 personas), Bulgaria (7,7)y Rumania (5,4), ocupando las tres primeras posiciones de un ranking bastante desagradable de ver.
En el lado opuesto tenemos con menos tráfico de personas a Portugal (0,1), Croacia (0,2), Eslovaquia y Lituania (ambas con 0,6). España por su parte se sitúa por debajo de la media europea con 1,4 por cada 100.000 habitantes y un 6,5% del total, un dato algo alentador.
Todas estas cifras recogidas de 2010 a 2012 también apuntan a que el 65% son víctimas europeas y entre los extracomunitarios, destacan los nigerianos (el 4% del total) y los brasileños y chinos (ambos entorno al 2%). Si nos centramos en nuestro país, el 25% de las víctimas son de origen rumano y el 15% brasileño.
El tráfico de personas se ha incrementado desmesuradamente en los últimos años, debido a las difíciles condiciones de vida en los países menos desarrollados, al endurecimiento de las políticas migratorias en los países industrializados y al hecho de que por mucho tiempo estos fenómenos no se han tratado como un problema global sino como casos aislados que forman un negocio ilegal que mueve 35.000 millones de dólares al año en todo el mundo, constituyendo el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo.
Infancia castigada
Los investigadores encontraron que un tercio de los niños y las niñas encuestadas en el Estudio de Anesvad en el sudeste asiático había sufrido violencia física o sexual (o ambos), y de los que el 23% había sufrido una lesión grave. Los problemas de salud mental eran comunes: más de la mitad de los jóvenes supervivientes del tráfico (56%) habían sufrido depresión, un tercio (33%) de un trastorno de ansiedad y una cuarta parte (26%), trastorno de estrés postraumático. El 12% reportó que habían tratado de dañarse a sí mismos en el mes anterior a la entrevista, mientras que el 15,8% reportó tener pensamientos suicidas en el último mes. Un tercio todavía tiene miedo del traficante o sus asociados.
Ya a nivel global las estimaciones sugieren que en el mundo 5,7 millones de niños y niñas se encuentran en situaciones de trabajo forzoso y aproximadamente 1,8 millones son explotados en la industria del sexo, pero hay pocas evidencias hasta la fecha. El 95% de los niños/as y adolescentes entrevistados en el estudio eran mayores de 13 años, y la mayoría eran mujeres (82%).
Movimiento #ToleranciaCero: un anillo, símbolo de la solidaridad
Anesvad ha creado su movimiento #ToleraciaCero para concienciar sobre la trata de personas y los efectos sobre la salud física y mental, que contará con unos viejos amigos, Microteatro que por tercer año consecutivo y bajo el lema “Por los demás” representarán su obra hasta el 27 de septiembre en los locales de Microteatro en Madrid, cuyo objetivo es contar y acercar a la sociedad la situación de millones de personas que luchan cada día por salvar sus vidas.
Miles de movimientos pequeños pueden conseguir que entre todos acabemos con esta gran lacra que esclaviza a millones de personas, por eso Anesvad ha creado además un símbolo, el símbolo de la solidaridad, su anillo azul. Podrás conseguirlo de forma online mediante una donación que servirá por ejemplo para un chequeo de salud o la formación de un superviviente de la trata.
Actualmente Anesvad ya trabaja en diferentes lugares como Asia, África y América Latina con el objetivo de apoyar la lucha contra el comercio de niñas en el sudeste asiático, asegurando su salud física y mental porque nunca hay que dejar de soñar por un mundo donde todas las personas disfruten de su libertad y no sean privadas de su dignidad.
No sabía yo que había tanta explotación, algo sí, pero esta cantidad tan desmesurada no.