A todos nos encantaría tener un enorme jardín en el que perdernos detrás de unas plantas para tomar un zumo de naranja recién exprimido en verano. Y acompañarlo de unas tostadas con mermelada y que ningún insecto venga a molestarnos. Pero lo cierto es que la vida real no siempre se parece a lo que nos gustaría y, normalmente, cuando hace buen tiempo y sacamos mermelada al aire libre, aparecen cientos de insectos con intención de compartir el suculento dulce. Así que aprovechemos la pequeña terraza que tengamos en casa y hagamos un lugar agradable con unas expectativas más realistas.
¿En qué consisten las expectativas realistas?
Pues justamente en saber que si hace calor y sacamos mermelada aparecerán insectos. Y lo cierto es que para esto no da igual que sea una pequeña terraza que un jardín inmenso. Incluso es más sencillo si lo que tenemos en una pequeña terraza.
La pregunta sería, ¿para qué queremos la terraza? O lo que es lo mismo, ¿para qué la vamos a utilizar?, ¿a qué la vamos a destinar?
Lo cierto es que hay mucha gente que tiene la terraza como un trastero, y eso es justo en lo que no se puede convertir. Porque incluso aunque tengamos un pequeño balcón, podemos organizarlo de tal manera que sea eficiente para la utilidad que le demos.
Por ejemplo, podemos hacer un lugar para tomar café y leer un libro al aire libre, o podemos hacer un pequeño gimnasio.
¿Cómo convertir una terraza o balcón en un lugar eficiente?
Para convertir una terraza o balconada en un lugar eficiente con un uso práctico tenemos como aliados los muebles de jardín. Porque los muebles de jardín se refieren a mobiliario adecuado para exteriores. Así podemos elegir cualquier mueble para el que tengamos espacio.
Por ejemplo, un pequeño balcón de 2 metros tiene espacio para un banco de jardín. Podemos encontrar bancos de jardín desde 1.20 m., por lo que tendríamos un espacio encantador para poner un banquito y una mesita donde tomar un zumo en las frescas noches de verano.
También podemos optar por un par de sillas para poder tomar ese zumo o copa de vino frente a frente de una buena compañía.
Además, podemos aprovechar para unas plantas de citronela que ahuyentan los molestos mosquitos.
Podemos también optar por un solárium al elegir una cómoda tumbona y aún no queda espacio para una caja de almacenaje que puede hacer las funciones de mesa.
Privacidad
Lo que sí será importante, dependiendo de la vista que tengamos desde la terraza, será proteger nuestra privacidad. Si tenemos los vecinos demasiado cerca o, simplemente, es de nuestra preferencia sentirnos en un ambiente más íntimo para tomar el sol sin preocupaciones, o estar leyendo un libro o consultando redes sociales sin que nos vean, habrá que ocuparse de la privacidad. Para conseguirla no es necesario renunciar al espacio ni hacer una jaula en la terraza. Podemos optar por un vallado de madera y enredar plantas, de tal forma que hagan un atractivo vallado natural con buen olor.
Atrevámonos a darle una vuelta a la terraza y a crear un espacio para utilizarla y disfrutarla, por pequeña que sea.